En Guanajuato, México, se encuentra la ciudad de San
Miguel de Allende, considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, y nombrada
Ciudad Fortificada de San Miguel y santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco,
todo debido a los vestigios culturales y arquitectónicos provenientes del
barroco y al lugar que la ciudad ocupó en la independencia del país.
El Centro Histórico de la ciudad es uno de los paseos
más interesantes, allí no solamente se encuentran los edificios más importantes
sino que presenta una amplia variedad de tiendas, hoteles, restaurantes y
varios atractivos para visitar.
Al llegar a la ciudad, entre los lugares que deben ser
visitados se encuentra el Jardín Principal y la Parroquia de San Miguel, este
lugar, es un jardín con laureles en cuya vereda frontal se encuentra una
hermosa iglesia de estilo neogótico en el exterior y ecléctico en su parte
interior.
El Barrio del Chorro, es un espacio en la ciudad
rodeado de jardines y fuentes que adornan sus calles, subiendo en la parte más
alta de él hay un mirador que permite tener una vista panorámica de la ciudad
de San Miguel.
Cerca del Jardín Principal uno se encuentra con un
conjunto de iglesias, entre las más conocidas están la de San Francisco, en la
que se destaca la fachada de característica churrigueresca; la de Nuestra
Señora de la Soledad, que dentro de ella hay lienzos de pintores famosos de la
época virreinal; y la del Oratorio, dentro de la cual se encuentra una Capilla
realizada para la Virgen de Loreto.
Como en todo México, la creencia religiosa gana un
lugar de principal importancia en esta ciudad, así entre tantas festividades,
una de las más importantes es la que se lleva adelante el 8 de agosto de cada
año: la Festividad de la Virgen de la Concepción de San Miguel de Allende.
Esta festividad se lleva a cabo en el Templo de la
Purísima Concepción, se comenzó a
realizar en 1755 y fue inaugurado 10 años después, siendo remodelado en la
primera parte del siglo XIX. La fachada de su cúpula es de un estilo gótico y
se convierte en la estructura más importante de la iglesia.
Esta cúpula se conforma de dos cuerpos, el primero
tiene cuatro columnas que sostienen ocho ventanales, en el nivel superior hay
un pequeño barandal que también incluyen ventanas, aunque más pequeñas que las
anteriores.
En un segundo cuerpo de esa cúpula hay una balaustrada
con estatuas de santos que se colocan sobre el par de columnas que conforman la
primer parte. Como remate o finalización de esta cúpula, uno puede ver un
estilo linterna en la que se ve la imagen de la Purísima Concepción.
La entrada de madera permite ingresar a un espacio en
el que el estilo neoclásico contrasta con imágines, entre las que se encuentran
algunas esculturas policromadas, como la de San José y la de la Purísima
Concepción. En sus coros se observan rejas, un crucifijo y una pintura también
de la Inmaculada. En el interior del bajo coro, se ve un retablo de talla
dorada, y dos retratos, uno de los cuales es de la fundadora del convento
frente a la cripta donde sus restos descansan. Dentro del Templo hay una
colección pictórica, de conocidos pintores hispanos del siglo XVIII, como lo
fueron Miguel Cabrera y Juan Rodríguez Juárez, entre otros.
La festividad de la Virgen incluye música, comidas
mexicanas y muestras de las tradiciones que la cultura de los habitantes de la
ciudad de San Miguel de Allende exponen en días tan especiales como lo son
todos los 8 de agosto. El escenario que el Templo le da de fondo a estos
festejos es único, y hacen de ese día algo especial para los habitantes y
visitantes que tienen la suerte de conocer el lugar en ese momento del año.
Sumando a esta fiesta, hay otras festividades durante
el año, en las que las calles se tiñen de colores, bailes, música y actos o
desfiles en los que lo importante es la tradición. La primera del año se dan el
17 de enero, celebrando el Día del Santo Protector de los animales, día en el
que las mascotas de los habitantes son bendecidos, más adelante se comienza con
los anticipos de Semana Santa; ya en junio se celebra el días de San Antonio de
Padua, día en el que las máscaras ocupan las calles y se organiza un denominado
“Desfile de Locos”, como estas hay otras festividades que se convierten en
centrales para todos los pobladores.
Al visitar San Miguel de Allende uno puede ser parte
de festividades, puede recorrer parques, disfrutar y entretenerse en familia en
espacios verdes o históricos.
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